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¿Qué es la Grafología?

Reconocida por eruditos, abordada científicamente y agiornada, la grafología se ocupa del estudio e interpretación de los grafismos tanto sean en forma de letras, dibujos o garabatos.
Todo lo que el hombre plasme sobre una superficie y con el útil escritural que fuese, con la mano, el pie o la boca revela el temperamento, carácter personalidad de su autor..
El grafoanálisis es un test proyectivo, gracias al cual el grafólogo puede interpretar el significado de los trazos; estos son el resultado de las órdenes cerebrales que se vehiculizan a través del brazo y de la mano. Las vibraciones gráficas traducidas en cada muestra, en sincronía y sintonía con el resto de los procesos, sistemas y emociones, traslucen los estados más profundos de la psiquis e incluso del cuerpo físico.
Se compara a la escritura de una persona con su propia huella digital, pero la información que dejar ver cada trazo es mucho más completa y al igual que ésta, no hay dos exactamente iguales.
El grafismo personal evoluciona junto con el autor, pudiéndose observar las diferentes fases en la evolución y el crecimiento interior de una persona.
Por eso la Grafología es considerada una herramienta muy útil tanto para docentes, abogados, historiadores y profesionales del área salud.
La Grafología cumple los pasos necesarios para ser ciencia.
Esto es:

Tiene su propio objeto de estudio.
Es verificable, ya que todas las hipótesis grafológicas son puestas a prueba.
Es metódica: planifica u utiliza reglas que se van actualizando permanentemente.
Es sistemática, por ende no es un cúmulo de información, sino un sistema concreto de ideas.
Es legal, en sentido que trabaja y aplica leyes.
Es abierta, no dogmática ni cerrada.
Es falible, autocorrigiéndose permanentemente.
Es clara, planteando todos los problemas con absoluta precisión.
Es comunicable gracias a la claridad y precisión científica.
Es registrable, trabajando con tablas, cuadros, fórmulas y porcentajes.
Es predictiva, no profética. Pone a prueba las hipótesis


La Grafología cumple con tres requisitos imprescindibles:
Delimitar la materia en sí, su campo de acción, el grafismo.
Definir el objeto de su conocimiento: el estudio del individuo.
Ser objeto de tratamiento científico.